Semillas de calabaza y sus propiedades beneficiosas.

Las propiedades beneficiosas de la calabaza han sido reconocidas y muy valoradas desde la antigüedad. Sin embargo, los antiguos curanderos entendieron perfectamente que no solo la pulpa de un vegetal es curativo, sino también las semillas de calabaza, que contienen una gran cantidad de ácidos orgánicos, sales minerales, vitaminas y muchas, muchas otras sustancias necesarias para nuestro cuerpo. Entonces, las semillas de calabaza son un verdadero almacén de proteínas, hierro, fósforo, manganeso, cobre, así como varios ácidos, en particular, linolénico, fólico y glutámico, vitaminas de los grupos B y E.

Las semillas de calabaza contribuyen a la pérdida de peso, la salud y una mejora significativa en la condición de la piel, tienen un efecto extremadamente beneficioso sobre el funcionamiento del tracto gastrointestinal, las arterias sanguíneas y el hígado. Además, tienen una acción antihistamínica (es decir, antihelmíntica) bastante potente e incluso antidiabética.

Todas las sustancias útiles de las semillas de calabaza se concentran en la semilla sin refinar. Entonces, la cáscara, la semilla en sí y también su capa superior, que tiene un color gris verdoso característico, tienen propiedades curativas. Pero las semillas que fueron susceptibles de tratamiento térmico, es decir, freír, pierden la gran mayoría de todas sus propiedades útiles. Las semillas de calabaza son poco tóxicas y, lo que es más importante, son muy suaves y nunca tienen efectos secundarios. Es por estas razones que son muy recomendables para su uso por personas mayores, niños pequeños e incluso mujeres embarazadas.

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