Poda correcta de la uva

El cuidado de la uva implica, ante todo, su poda. La correcta poda de la uva asegura el desarrollo del propio arbusto, su correcta formación, aumenta su rendimiento e incluso se encarga de resguardar el arbusto durante el invierno y facilitar el cuidado del propio arbusto. Muchos jardineros también confían en que cortar el arbusto acelera el proceso de maduración de las bayas.

La poda correcta de las uvas implica eliminar una gran parte del crecimiento anual, pero si es necesario, las cepas más viejas. La poda ayuda a establecer una relación entre el desarrollo de las raíces y el crecimiento aéreo del arbusto.

Las principales reglas para la poda de uvas son la ausencia de piedad por los brotes que han vuelto a crecer, porque la poda permite que las vides restantes se desarrollen por completo y se llenen de jugos, reciban una cantidad suficiente de luz, nutrientes y todos los oligoelementos necesarios para un crecimiento completo. Por eso es importante no solo acortar las ramas, sino podarlas por completo, haciendo posible que se desarrollen otras ramas, cuyos brotes en el futuro también se prestarán a la poda.

La poda de uvas también depende del tipo de vid en sí. En horticultura, existe una distinción entre las uvas estándar, que no están cubiertas durante el invierno, y la poda libre de estándares para las uvas, que requiere refugio durante el invierno.

Las reglas para la poda correcta de las uvas deben tenerse en cuenta durante la formación anual del arbusto, porque es importante no solo dar a los brotes la oportunidad de desarrollarse por completo, sino también formar enlaces frutales para el desarrollo de una vid fuerte. , para colocar correctamente las heridas en las ramas.
 

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