Malva creciente

La malva es una planta alta y hermosa con tallos largos. Los tallos alcanzan una altura de hasta dos metros. Los tallos frondosos tienen flores grandes de cinco pétalos con pedicelos cortos en las axilas de las hojas. El diámetro de las flores es de cinco a quince centímetros. El color de las flores de malva depende de la variedad, van desde el blanco, el rojo, el rosa y el amarillo al morado y casi negro. Hay formas de plantas de rizo, no dobles y semidobles.

La malva se cultiva comúnmente como una planta bienal. En el otoño del segundo año, la planta muere y, antes de eso, se auto-siembra. Las semillas se caen en grandes cantidades y la próxima primavera brotan nuevos brotes de malva.

Cultivar malva se trata de crear condiciones óptimas para ella. Para una buena floración y desarrollo, la malva necesita un área soleada con suelo suelto, fértil y permeable, es una planta termófila. La malva no tolera la humedad y el agua estancada. Pero regar en tiempo seco debería ser suficiente. El área donde crecerá la malva debe protegerse de los vientos que pueden derribar los tallos altos de las plantas. Es aconsejable atar los tallos altos a las clavijas. Es recomendable plantar malva a lo largo de las paredes de los edificios, setos, etc. A la malva no le gusta la replantación frecuente, ya que la raíz larga de la planta puede dañarse durante la excavación.

Las flores de malva pueden continuar en climas cálidos y hasta finales de otoño. La malva es una excelente planta de miel. El cultivo de malva, sujeto a las recomendaciones básicas, traerá excelentes resultados.

Categoría:Creciente | Malva